"Pocas señales hay más evidentes de pobreza democrática que criminalizar el periodismo o hacer oídos sordos ante esa criminalización de otros, por muy Estados Unidos que sean. Y los poderes en España no son una excepción.
El caso de Julian Assange es uno de los más graves atentados contra el periodismo que se han ejecutado este siglo. Y ese golpe no viene de la malvada Rusia, sino de Estados Unidos con la complicidad de Reino Unido y el silencio también aliado de países europeos como